Escuela de Danza: entrevista a Mónica

Presentamos a Mónica, una bailarina profesional que decidió emprender y montar su propia escuela de danza.

Primeros pasos para abrir la escuela de danza

Lo primero fue dar con un local adecuado para la actividad que iba a desempeñar. Debía estar cerca del centro para que pudiesen llegar sus alumnos, y admitir la reforma que necesitaba. Con un presupuesto muy ajustado y a contrarreloj para abrir con el nuevo curso académico, nos encargó un expediente de actividad. Con este documento técnico, podría montar la academia en una antigua peluquería, reformando y aislando para tal fin.

Reforma de Academia de Baile

Tratándose de un pueblo y un local pequeño (sólo trabaja ella), creía que los trámites serían sencillos, pero, admite, casi ha sido lo más complejo de llevar a cabo. La normativa contra el ruido es estricta; la actividad, que incluye baile flamenco (taconeo), supone mucho impacto; y el local, ubicado en el bajo de una vivienda, obligaba a aislar muy bien. Tuvimos que diseñar una “caja insonorizada”, duplicando paredes, suelo y techo independientes que impidiesen la trasmisión de vibraciones al resto del edificio.

Escuela de Danza: sala de espera

 

La apertura de «El Ballet Júnior de Mónica»

El resultado es muy satisfactorio. Sus arrendadores viven arriba y no tienen ninguna queja. El local está muy bien aislado contra el frío, por lo que las clases se pueden desarrollar con mucha comodidad; no con el frío de un local sin acondicionar, “fundamental si además trabajas con niños”, nos cuenta.

Mónica en su Escuela de Danza

Ya ha superado el primero curso con éxito, y afronta el siguiente con mucha ilusión y las clases llenas. Además de clases de ballet, flamenco y baile moderno para niños, ha abierto clases de zumba para adultos.

Ballet Junior de Monica

En su perfil de Facebook se puede seguir el progreso de sus jóvenes alumnos. Le deseamos lo mejor y que pronto nos vuelva a llamar para ampliar su academia.